Se retira Gabi Milito

Probablemente, el verano de 2003 no comenzó de la mejor manera posible para Gabi Milito. Los servicios médicos descartaban su fichaje por el Real Madrid y el argentino veía como se escapaba el tren de jugar en uno de los mejores equipos del planeta. Poco después, gracias a esa decisión del conjunto blanco el Real Zaragoza pudo fichar a uno de los jugadores que más huella han dejado por la capital del Ebro en los últimos años. Quizá la afición blanquilla pudo ser algo egoísta al alegrarse de lo ocurrido, pero todo es perdonable porque finalmente, el Mariscal terminó defendiendo, como pocos lo han hecho, el escudo del león. Sobre el césped siempre fue el referente de una afición a la que tenía entregada. En la grada de La Romareda no había dudas de que todo balón dividido iba a ser despejado por el '6' blanquillo, en el uno contra uno se necesitaba más que un buen gesto técnico para superarle, el juego aéreo poca gente lo dominaba mejor y si los partidos se complicaban, nadie mejor que el capitán para sacar ese carácter que se extendía a todo el equipo hasta lograr dar la vuelta al marcador. Por mucho que dijeran desde Chamartín que su rodilla no era apta para jugar al máximo nivel, las cuatro temporadas que brindó a los seguidores blanquillos terminaron con 175 partidos disputados, una Copa del Rey ganada al Real Madrid y una Supercopa de España frente a un Valencia que venía de ganar la Liga. Más allá de su colocación sobre el césped, su facilidad para crear peligro en las jugadas a balón parado, su capacidad para organizar al equipo en el terreno de juego y la seguridad que daba al resto de sus compañeros, también ayudó a traer a su hermano hasta La Romareda. Entre otras cosas, contribuyó a que el estadio aragonés viera a Diego Milito con la blanquilla. Ahora se retira de los terrenos de juego, aquellos que no le han permitido despedirse de la mejor forma posibles tras castigarle con graves lesiones durante los últimos años pero pocos dudan de que más pronto que tarde, los banquillos se verán reforzados con un hombre que ya era entrenador cuando se ponía las botas. Parece que su destino será organizar y mandar desde la banda, esperemos que así sea.